La falta de sueño de manera crónica durante la adolescencia puede dar lugar a depresión tanto en hombres como en mujeres y altera la reactividad al estrés en las mujeres. Esto es lo que indica un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Ottawa.
Según la directora de la investigación, Nafissa Ismail (2020), profesora asociada de la Facultad de Psicología de Ottawa, los adultos con depresión a menudo experimentan síntomas depresivos por primera vez en la adolescencia temprana. Sin embargo, las causas subyacentes a la depresión adolescente y sus tasas de prevalencia específicas por sexo siguen sin estar claras.
Como factor de protección es conveniente mantener una buena higiene del sueño, unos hábitos que faciliten la gestión de nuestro cerebro del momento del descanso que nos hará despertar con un mejor estado de ánimo.
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Mayor depresión tras 7 días privados de sueño
Utilizando un estudio basado en ratones, investigaron si los retrasos repetidos del sueño afectaban diferencialmente a los ratones adolescentes machos y hembras. Examinaron cómo cambiaba su respuesta al estrés. Se interrumpió manualmente el sueño de 80 ratones adolescentes y adultos (40 machos y 40 hembras) durante las primeras cuatro horas de cada ciclo de descanso o se les permitió un descanso normal durante ocho días consecutivos. Luego fueron expuestos a un factor de estrés para evaluar un comportamiento similar a la depresión.
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Los resultados mostraron que los ratones machos y hembras adolescentes mostraron un comportamiento depresivo significativamente mayor después de solo 7 días de retrasos en el sueño; mientras que los ratones machos y hembras adultos no mostraron un comportamiento depresivo en condiciones similares.
A menor sueño mayor actividad en la corteza prelímbica del cerebro
Cuando se expusieron a un nuevo factor de estrés después de 7 días de repetición del sueño, solo los ratones machos y hembras adolescentes mostraron una mayor actividad en la corteza prelímbica del cerebro, no los adultos. La corteza prelímbica está asociada con estrategias de afrontamiento del estrés y puede dañarse por la sobreactivación que sigue a la falta de sueño.
Las mujeres adolescentes también mostraron una mayor liberación de la hormona del estrés; y activación de las células cerebrales sensibles al estrés que los hombres adolescentes después de un retraso repetido del sueño.
Los hallazgos sugieren que los retrasos significativos en el sueño durante la adolescencia pueden aumentar la probabilidad de aparición de depresión tanto en hombres como en mujeres. Además, el retraso del sueño puede sensibilizar a las adolescentes a otros factores estresantes y aumentar la probabilidad de que se desarrollen trastornos del estado de ánimo.
Todo esto cobra más importancia en el contexto de la pandemia por el COVID-19 que estamos viviendo; ya que las alteraciones en el sueño son mayores debido a los confinamientos domiciliarios. Los cambios de rutina que están afectando especialmente a los jóvenes también afectan a la higiene del sueño. Los jóvenes todavía están desarrollando su sistema nervioso y se ven más expuestos a estos riesgos.
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Referencias
Ismail, N., Murack, M., Chandrasegaram, R., Ah-Yen, K.B., Étienne Rheaume, E.G., Malette-Guyon, E., Nanji, Z., Semchishen, S.N., Latus O., Messier, C. (2020). Chronic sleep disruption induces depression-like behavior in adolescent male and female mice and sensitization of the hypothalamic-pituitary-adrenal axis in adolescent female mice. Behavioural Brain Research, 2020; 113001 DOI: 10.1016/j.bbr.2020.113001
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