Con la explosión de las opciones de entretenimiento digital en las últimas décadas y las restricciones más recientes sobre las actividades sociales al aire libre y en persona, los padres pueden preocuparse de que el compromiso excesivo con la tecnología digital pueda tener efectos a largo plazo en la salud mental de sus hijos.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Clinical Psychological Science encontró poca evidencia de una mayor asociación entre el compromiso de los adolescentes con la tecnología y los problemas de salud mental en los últimos 30 años. Los datos no respaldaron consistentemente la sugerencia de que las tecnologías que más nos preocupan (por ejemplo, los teléfonos inteligentes) se están volviendo más dañinas.
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El nuevo estudio, que incluyó a 430.000 adolescentes de EE. UU. Y el Reino Unido, investigó los vínculos entre el uso de las redes sociales y la depresión, los problemas emocionales y de conducta. También examinó las asociaciones entre ver televisión y tendencias suicidas, depresión, problemas emocionales y problemas de conducta. Finalmente, el estudio exploró la asociación entre el uso de dispositivos digitales y el suicidio.
De las ocho asociaciones examinadas en esta investigación, solo tres mostraron algún cambio con el tiempo. El uso de las redes sociales y ver televisión se asociaron menos con la depresión. Por el contrario, la asociación de las redes sociales con los problemas emocionales aumentó, aunque solo ligeramente. El estudio no encontró cambios consistentes en las asociaciones de la participación tecnológica con problemas de conducta o tendencias suicidas.
“Si queremos comprender la relación entre la tecnología y el bienestar hoy en día, primero debemos volver atrás y mirar los datos históricos, desde cuando a los padres les preocupaba que demasiada televisión les diera a sus hijos los ojos cuadrados, con el fin de enfocar las preocupaciones contemporáneas que tenemos sobre las nuevas tecnologías“, dijo Matti Vuorre, investigador postdoctoral en el Oxford Internet Institute y autor principal del artículo.
El estudio también destacó los factores clave que impiden a los científicos determinar de manera concluyente cómo el uso de la tecnología se relaciona con la salud mental.
“A medida que se acumulen más datos sobre el uso de las tecnologías emergentes por parte de los adolescentes, nuestro conocimiento sobre ellas y sus efectos en la salud mental será más preciso“, dice Andy Przybylski, director de investigación del Oxford Internet Institute y autor principal del estudio. “Por lo tanto, es demasiado pronto para sacar conclusiones firmes sobre el aumento o la disminución de las asociaciones entre las redes sociales y la salud mental de los adolescentes, y ciertamente es demasiado pronto para formular políticas o regulaciones sobre esta base.
“Necesitamos colaboraciones más transparentes y creíbles entre científicos y empresas de tecnología para descubrir las respuestas. Los datos existen dentro de la industria tecnológica; los científicos solo necesitan poder acceder a ellos para una investigación neutral e independiente“, dijo Przybylski.
Fuente y referencias
Fuente original: Association for Psychological Science.
Referencia del estudio:
Matti Vuorre, Amy Orben, Andrew K. Przybylski. There Is No Evidence That Associations Between Adolescents’ Digital Technology Engagement and Mental Health Problems Have Increased. Clinical Psychological Science, 2021; 216770262199454 DOI: 10.1177/2167702621994549
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