La promoción de la salud física y mental es la mejor vacuna para frenar la expansión del COVID-19, esto es lo que indica el informe del Relator Especial de la ONU, Dainius Püras (psiquiatra de la Universidad de Vilnius, Lituania) publicado el pasado 16 de julio de 2020.
La pandemia ha generado un gran impacto determinado por la política de salud pública, el liderazgo, la desigualdad socioeconómica así como el racismo sistémico y la discriminación estructural. Por tanto, la aplicación correcta y extendida de los derechos humanos sería la mejor solución y prevención de cara a futuros casos similares.
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Resumen del documento sobre Política de Salud Pública y el impacto sobre el COVID-19
Este es el informe final que Dainius Pūras, en calidad de Relator Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, presenta a la Asamblea General. La idea inicial consistía en recopilar los temas clave tratados durante su mandato, ofreciendo una mirada retrospectiva a los elementos principales del derecho a la salud considerados y ampliados durante los últimos seis años. Sin embargo, esa idea ha tenido que replantearse ante las crisis mundiales de salud y derechos humanos derivadas de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) de 2020. El Relator Especial, en calidad de experto independiente designado por las Naciones Unidas en materia del derecho a la salud, cree pertinente y necesario formular observaciones oficiales sobre la pandemia, que deben abordarse desde la óptica de ese derecho.
Los temas clave que han vertebrado la labor del Relator Especial, así como sus informes, sus visitas a los países y otras de sus actividades, ofrecen una valiosa perspectiva de las frágiles instituciones socioeconómicas y políticas de la comunidad mundial, aún más debilitadas a raíz de la COVID-19. Sin embargo, la pandemia y las observaciones que el Relator Especial ha podido hacer durante su mandato avivan su esperanza, arraigada en la pujanza de la democracia participativa y la solidaridad, así como en la fuerza y la resiliencia que la humanidad en su conjunto ha mostrado siempre ante crisis complicadas y manifestaciones injustas del poder. La “vacuna” más eficaz contra los desafíos mundiales en materia de salud siempre ha sido y será garantizar el goce efectivo de todos los derechos humanos, incluido el fomento de la salud física y mental a través de la participación y el empoderamiento verdaderos de todas las personas.
Fuente: Public Health Policy Shapes COVID-19 Impact: UN Expert’s Final Report