¿Cómo superar una adiccion?

Las adicciones son un problema global que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estos trastornos crónicos pueden tener un impacto devastador en la vida de quienes los padecen y en sus seres queridos, por lo que es de vital importancia la prevención de este tipo de conductas a través de la información y divulgación de la problemática que poco a poco desgasta las vidas de las personas de manera incontrolada. Esta percepción del control, irreal, por la falta de información suficiente hace que cualquier persona pueda ser vulnerable al problema. 

Definición de adicción desde un punto de vista neurológico y psicosocial

Desde un enfoque neurológico, la adicción se define como una enfermedad crónica del cerebro que involucra la búsqueda compulsiva y el consumo continuo de una sustancia o la participación en comportamientos adictivos, a pesar de las consecuencias negativas que puedan surgir. Estos comportamientos están relacionados con la activación del sistema de recompensa cerebral y la liberación de neurotransmisores como la dopamina, que generan sensaciones placenteras intensas.

Desde una perspectiva psicosocial, la adicción se considera un trastorno multifactorial influenciado por factores genéticos, ambientales y psicológicos. La predisposición genética puede aumentar la vulnerabilidad de una persona a desarrollar una adicción, mientras que los factores ambientales, como el entorno social y el acceso a sustancias o actividades adictivas, también desempeñan un papel crucial en la iniciación y el mantenimiento de la adicción. Asimismo, los factores psicológicos, como el estrés, la depresión o la ansiedad, pueden contribuir al desarrollo del problema. 

Tipos de adicciones

Existen diferentes tipos de adicciones que se pueden clasificar en tres categorías principales: adicciones a sustancias, adicciones comportamentales y adicciones emocionales.

  1. Adicciones a sustancias: Estas adicciones involucran el consumo y la dependencia de sustancias químicas. Algunos ejemplos incluyen la adicción al alcohol, drogas ilegales como la cocaína o la heroína, el abuso de medicamentos recetados, el tabaquismo y la adicción al consumo de cafeína. Estas sustancias tienen efectos físicos y psicológicos en el cerebro y el cuerpo, y el abuso continuo puede provocar dependencia y deterioro de la salud.
  2. Adicciones comportamentales: Estas adicciones están relacionadas con comportamientos compulsivos y repetitivos que generan gratificación o alivio temporal. Algunos ejemplos comunes son el juego patológico, la adicción al trabajo, la adicción al sexo, el uso excesivo de internet, la adicción a los videojuegos, el trastorno de alimentación (como la bulimia o la anorexia) y la adicción al ejercicio. Estos comportamientos adictivos pueden tener consecuencias negativas en diferentes áreas de la vida y afectar la salud mental y emocional de la persona.
  3. Adicciones emocionales: Estas adicciones están relacionadas con la dependencia emocional de ciertas situaciones, relaciones o estados mentales. Algunos ejemplos incluyen la adicción al amor, la adicción a la atención, la adicción al drama y la adicción al conflicto. Estas adicciones se caracterizan por una búsqueda constante de experiencias o relaciones que generen una gratificación emocional intensa, a menudo a expensas de la propia salud y bienestar. Las adicciones emocionales pueden estar asociadas con patrones de apego inseguro o traumas emocionales no resueltos.

Principales causas de las adicciones

Para aprender a superar una adicción primero hay que conocer qué es lo que te ha llevado a caer en ella. Las adicciones son el resultado de una interacción compleja de diversos factores biológicos, genéticos, psicológicos y ambientales. A continuación, se detallan algunas de las causas comunes asociadas con el desarrollo de adicciones:

  1. Factores genéticos: Existe evidencia de que la genética puede desempeñar un papel importante en la vulnerabilidad a las adicciones. Estudios han demostrado que ciertas variantes genéticas pueden aumentar la predisposición de una persona a desarrollar una adicción. Sin embargo, es importante destacar que la genética no determina completamente la adicción, sino que interactúa con factores ambientales.
  2. Neuroquímica y sistema de recompensa: El cerebro tiene un sistema de recompensa que está involucrado en la regulación de la motivación, el placer y la satisfacción. Las sustancias adictivas, como las drogas, activan este sistema de recompensa al aumentar la liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con la sensación de placer. Con el tiempo, el cerebro puede adaptarse a la presencia constante de la sustancia, lo que lleva a la necesidad de consumir más para experimentar los mismos efectos placenteros.
  3. Factores psicológicos: Los trastornos de salud mental, como la depresión, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático, pueden aumentar la vulnerabilidad a las adicciones. Algunas personas pueden recurrir al consumo de sustancias o a comportamientos adictivos como una forma de automedicación o para escapar temporalmente de los problemas emocionales.
  4. Factores sociales y ambientales: El entorno social y cultural en el que se encuentra una persona puede influir en su riesgo de desarrollar una adicción. La presión de grupo, la exposición a sustancias adictivas y la disponibilidad de drogas o comportamientos adictivos pueden desempeñar un papel importante en la iniciación y el mantenimiento de una adicción. Además, experiencias traumáticas, abuso o negligencia en la infancia y falta de apoyo familiar también pueden aumentar el riesgo de desarrollar adicciones.
  5. Aprendizaje y condicionamiento: El aprendizaje juega un papel importante en el desarrollo de las adicciones. Las asociaciones entre situaciones específicas, emociones y el consumo de sustancias pueden generar respuestas condicionadas que contribuyen a los patrones de consumo adictivo. Por ejemplo, una persona puede asociar ciertos lugares o personas con el consumo de drogas, lo que puede desencadenar un deseo intenso de consumir cuando se encuentran en esas situaciones.

Ciclo de la adicción: patrones de comportamiento

El ciclo de la adicción generalmente se compone de las siguientes etapas:

  1. Iniciación: Se produce la exposición inicial a la sustancia o actividad adictiva. Puede ser un experimento, una búsqueda de alivio o una curiosidad insaciable.
  2. Uso regular: La persona comienza a consumir la sustancia o a participar en la actividad adictiva de forma más frecuente, desarrollando una dependencia física o psicológica.
  3. Tolerancia y escalada: Con el tiempo, el cuerpo y el cerebro se adaptan al consumo regular, lo que lleva a la necesidad de aumentar la dosis o la frecuencia de consumo para experimentar los mismos efectos. Esto se conoce como tolerancia y puede conducir a un patrón de consumo creciente y descontrolado.
  4. Dependencia: En esta etapa, la adicción se vuelve crónica y la persona experimenta una fuerte necesidad de consumir la sustancia o participar en la actividad adictiva para sentirse “normal”. La interrupción o abstinencia puede desencadenar síntomas de abstinencia desagradables y dolorosos.
  5. Consecuencias negativas: A medida que la adicción avanza, las consecuencias negativas comienzan a afectar diversos aspectos de la vida de la persona, incluyendo relaciones interpersonales, salud física y mental, rendimiento académico o laboral, y situación financiera.

Pasos a seguir para dejar una adicción

Superar una adicción requiere compromiso, perseverancia y apoyo adecuado. Acude siempre a profesionales o a un buen centro de tratamiento de adicciones para que el tratamiento sea lo más efectivo posible. En estos centros se seguirán varias fases de tratamiento, que evaluarán tu caso pactando un contrato terapéutico para alcanzar la abstinencia hacia la recuperación parcial y avanzada. Algunos de los pasos que tendrás que ir dando poco a poco en el proceso de recuperación son los que siguen: 

  1. Reconocimiento y aceptación: El primer paso es reconocer que se tiene un problema de adicción y aceptar la necesidad de cambio. Esto implica ser honesto consigo mismo y confrontar los efectos negativos que la adicción ha tenido en la vida personal, familiar, laboral o social.
  2. Buscar ayuda profesional: Es importante buscar el apoyo de profesionales de la salud especializados en adicciones, como psicólogos, terapeutas o consejeros. Estos expertos pueden brindar orientación, evaluación y tratamiento individualizado. Pueden ayudar a identificar las causas subyacentes de la adicción, desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y brindar apoyo emocional durante todo el proceso de recuperación. 
  3. Construir un sistema de apoyo: Contar con un sistema de apoyo sólido es fundamental en el proceso de recuperación. Buscar el apoyo de amigos, familiares y grupos de apoyo puede proporcionar un entorno de comprensión, aliento y responsabilidad. Participar en grupos de apoyo como Alcohólicos Anónimos (AA), Narcóticos Anónimos (NA) u otros grupos específicos de adicciones puede ser beneficioso, ya que brindan la oportunidad de compartir experiencias, recibir apoyo mutuo y aprender de las experiencias de otros individuos en recuperación.
  4. Establecer metas realistas y a corto plazo: Dividir el proceso de recuperación en metas más pequeñas y alcanzables puede ayudar a mantener la motivación y el sentido de logro. Establecer metas realistas y medibles, como reducir gradualmente el consumo, mantener la abstinencia durante una semana o mejorar la salud física y mental, puede proporcionar una sensación de dirección y progreso.
  5. Desarrollar estrategias de afrontamiento saludables: Es esencial aprender nuevas formas de hacer frente al estrés, las emociones negativas y los desencadenantes relacionados con la adicción. Esto puede incluir el desarrollo de habilidades de manejo del estrés, técnicas de relajación, prácticas de mindfulness o meditación, ejercicio regular, búsqueda de actividades recreativas saludables y participación en terapia cognitivo-conductual (TCC) u otros enfoques terapéuticos.
  6. Evitar desencadenantes y entornos de riesgo: Identificar y evitar situaciones, personas o lugares que puedan desencadenar el consumo o los comportamientos adictivos es esencial en el proceso de recuperación. Esto puede implicar hacer cambios en el entorno social, evitar amigos o compañeros de consumo, y buscar nuevas actividades o pasatiempos que fomenten un estilo de vida saludable y libre de adicciones.
  7. Perseverancia y paciencia: La recuperación de una adicción es un proceso gradual que requiere tiempo, paciencia y perseverancia. Es normal experimentar altibajos y desafíos en el camino, pero es importante no desanimarse y mantenerse enfocado en el objetivo de la recuperación. Celebrar los logros, por pequeños que sean, y aprender de los desafíos y recaídas pueden fortalecer la determinación y el compromiso de mantenerse en el camino hacia la recuperación.
  8. Mantener un estilo de vida saludable: Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental en el proceso de recuperación. Esto incluye seguir una dieta equilibrada y nutritiva, hacer ejercicio regularmente, mantener un patrón de sueño adecuado y evitar el consumo de sustancias adictivas y otras conductas de riesgo. El cuidado del cuerpo y la mente ayuda a fortalecer la resiliencia y proporciona una base sólida para la recuperación.
  9. Terapia de seguimiento: Después de superar una adicción, es importante considerar la terapia de seguimiento a largo plazo para mantener la sobriedad y abordar cualquier desafío emocional o mental que pueda surgir. La terapia continua puede proporcionar un espacio seguro para explorar los desencadenantes subyacentes, fortalecer las habilidades de afrontamiento y recibir apoyo continuo en el proceso de recuperación.
  10. Practicar la autorreflexión y el autocuidado: Mantener la conexión consigo mismo y estar atento a las propias necesidades emocionales, físicas y espirituales es esencial para mantener la sobriedad a largo plazo. Esto puede incluir la práctica de técnicas de relajación, meditación, llevar un diario, buscar actividades que brinden alegría y plenitud, y dedicar tiempo a actividades que promuevan el autocuidado y el crecimiento personal.

Hay que tener en cuenta que cada persona es diferente, por lo que el tratamiento debe ser muy personalizado por lo que debes acudir a un profesional para salir del vacío vital de las adicciones. 

Iván Pico: Psicólogo colegiado G-5480. Graduado en Psicología. Diplomado en Ciencias Empresariales. Máster Oficial Universitario en Orientación Profesional. Máster en Psicología del Trabajo y las Organizaciones. Posgrado en Psicología Deportiva. Técnico Deportivo, futsal. Posgrado en Neuromarketing.
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