Uno de los pilares básicos de nuestro desarrollo personal es la capacidad de comunicarse con los demás de diversas formas para poder transmitir lo que pensamos, queremos o sentimos a otras personas. La comunicación es clave para nuestra propia evolución ya que gracias a ellos la información puede mantenerse en el espacio y el tiempo para conseguir así tener más éxito en nuestras vidas a todos los niveles interpersonales.
Definición de habilidad comunicativa
Las habilidades comunicativas son el conjunto de capacidades, destrezas, competencias y herramientas que poseemos con el fin de poder comunicar información del tipo que sea de manera eficiente y fluida. La comunicación efectiva no solo se fundamenta en una buena interpretación del lenguaje sino en otras muchas otras competencias no tan explícitas pero igual de importantes, tales como la postura, la capacidad de escucha o la gestión de nuestras emociones entre otras.
8 habilidades para mejorar la comunicación
El primer paso para mejorar nuestra destreza comunicando es conocer cuales son las habilidades más importantes para posteriormente dominarlas. Estas son las 8 de las más importantes.
Escucha activa
No es lo mismo escuchar que oír. Oímos cuando percibimos el sonido, pero escuchamos cuando además de percibirlo lo entendemos y le damos sentido. Para que exista comunicación tiene que haber un mensaje, un emisor y un receptor siendo éste último importante que sepamos que ha recibido correctamente la información que se le ha trasladado.
La escucha activa es la habilidad comunicativa de atender a lo que nos están diciendo manteniendo reacciones que reafirmen que se está entendiendo el mensaje tales como asentir o realizar pequeños comentarios o preguntas sobre el diálogo sin interrumpir la conversación, manteniendo el flujo y la dinámica comunicativa. Si a la persona que está hablando le hacemos ver que estamos entendiendo lo que dice le facilitaremos continuar expresándose. La escucha activa es el primer feedback de la comunicación.
Empatía comunicativa
Relacionado con la escucha activa tenemos la empatía pero desde un punto de vista mucho más emocional. La empatía consiste en una habilidad por la cual conectamos afectivamente con la otra persona entendiendo su postura y sentimientos, ponerse en el lugar del otro para que se sienta comprendido y se lance un mensaje más claro y colaborativo.
Tanto la empatía como la escucha activa están muy relacionadas con el término de validación emocional, entendida como el hecho de que la otra persona se sienta comprendida.
Teoría de la mente
Relacionado a su vez con la empatía tenemos la capacidad de tener en mente las motivaciones e intereses de los demás durante una conversación en relación a los intereses y motivaciones propias y saber diferenciarlas. Es decir, entender que lo que tú piensas no tiene que ser igual a lo que yo pienso y viceversa.
Asertividad
La asertividad es la capacidad de expresar nuestras creencias, intereses y opiniones durante una conversación de manera respetuosa con las creencias de los demás para no ofenderlos. Además, implica la habilidad de expresarse emocionalmente sin sentirse cohibidos de hacerlo.
Negociación
Durante una conversación puede ser que los intereses de ambos interlocutores no sean los mismos por lo que se enfrenta en un conflicto que se debe aprender a manejar de manera no invasiva y sana para el diálogo enfocándose no solo en las discrepancias sino manteniendo la conversación cuando existen intereses comunes.
Dentro de la negociación, cuando queremos lograr un objetivo debemos tener en cuenta que debemos persuadir a la otra persona sobre aquello que deseamos que haga, por lo que el buen manejo de la persuasión (que no la manipulación) será clave para que nuestra comunicación cumpla con el objetivo que tenía en un principio.
Lenguaje no verbal
Dentro de este tipo de comunicación vamos a englobar varios aspectos que no son explícitamente verbales. Se trata de la postura corporal que mantenemos ante otra persona (más o menos defensiva; o más o menos confiable) a través de la distancia con ella, nuestra predisposición espacial o las formas con las que interactuamos con nuestro lenguaje gestual de cara, boca, brazos, manos y piernas. Gran parte de lo que escuchamos entra también por los ojos.
Dentro del lenguaje no verbal podemos incluir algo muy importante como es mantener el contacto visual con la persona con la que hablamos mientras lo hace para conectar mejor con él o ella. Esto aumentará la confianza entre las partes, siempre y cuando no se haga de manera agresiva y echando de vez en cuando la mirada a otro sitio, aprovechando breves pausas de la conversación, también para descansar nuestra mirada y no parecer tan amenazantes ante el otro interlocutor.
Lenguaje verbal
En este apartado no se trata solo de expresarse bien a nivel gramatical y no solo utilizando correctamente el idioma, sino el tono y volumen de la voz, la vocalización correcta, los tiempos, la utilización de palabras de relleno o interconectores (feedback de escucha activa) o incluso utilizando el silencio durante la conversación de manera apropiada cuando éste aporte información por sí solo.
Clima y sentido del humor
La comunicación en un entorno distendido y amigable suele crear mayor complicidad y confianza liberando tensiones y manteniendo la conversación.
Potenciar las habilidades comunicativas es posible y para ello existen figuras de profesionales de la comunicación como los de Sferamind que te guíen en mejorar esta importantísima faceta personal que garantice gran parte de nuestro éxito personal y laboral.